(Para padres y profesores).
A menudo los malos resultados académicos no tienen tanto que ver con la capacidad
intelectual del estudiante, como con su escasa concentración o su nulo manejo de las
técnicas de estudio.Muchos padres observan con desesperación cómo su hijo puede
pasarse horas delante del libro, para luego recibir malas notas en el examen. Este
problema, sin embargo, tiene solución. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor.
PREVENIR EL FRACASO ESCOLAR.
Cuando un alumno se sienta ante un libro, las técnicas con las que afrontará el estudio son
tan importantes como descansar o comer bien. Sin un método adecuado, las horas de
estudio resultan poco productivas y pueden conllevar malos resultados que en último
término desmotiven al alumno. La desmotivación y la ausencia de unos hábitos de estudio
adecuados son algunas de las causas del temido fracaso escolar.
ENSEÑARLES A APRENDER.
Debemos enseñar a los niños cómo se estudia, a través de unos hábitos y métodos de
estudio adecuados. ¿Cómo?
Creando un espacio adecuado al estudio. Es esencial que el niño disponga de una mesa con espacio suficiente, donde tenga los materiales necesarios a mano y el entorno sea tranquilo. Debe contar también con una buena iluminación y una silla adecuada.
Facilitando su concentración. Evitar distracciones a su alrededor, como el móvil, los videojuegos o la televisión. Siempre que podamos, con un estímulo o un gancho para motivarlo.
Enseñándole a planificarse. En la Red hay muchas herramientas que puede utilizar para anotar sus deberes y trabajos y planificar sus propios horarios de estudio. Por ejemplo, Google Calendar.
De los 7 a los 12 años es bueno que dedique al estudio entre una y dos horas al día entre semana. Deja que él mismo organice sus tareas.
Ayudándole a realizar una lectura comprensiva. Por mucho que relea un tema, no le servirá de nada si no lo entiende. Para que la lectura sea efectiva, debe comprender lo que se explica. Esto facilitará su aprendizaje. Si no entiende algún término, debe preguntar y más adelante acostumbrarse a buscar la información.
Enseñándole a subrayar. El subrayado puede ser muy útil a la hora de sintetizar ideas. Sin embargo, muchos estudiantes no lo hacen bien. Deben destacar solo las ideas más importantes. Si en un texto está prácticamente todo subrayado, este no servirá de nada. En la página Aprender a estudiar hay varios ejercicios para practicar el subrayado.
En nuestro centro y en otros muchos se realiza el Programa Releo, por lo que hay que cuidar al máximo los libros para el siguiente alumno. Una de las normas es no escribir en ellos. Los niños lo tienen interiorizado y asumen esta norma. No obstante hay alternativas como por ejemplo hacer anotaciones en post-its.
Descubriéndole herramientas como los esquemas o los mapas conceptuales. Son muy útiles a al hora de procesar la materia de estudio y ayudan a su comprensión y posterior memorización, En esta página del Ministerio de Educación te enseñan a realizar esquemas y con herramientas como Creately o Mindmeister pueden realizar mapas conceptuales online.
Ayudándole a ejercitar su memoria. En la web Aprender a estudiar dan consejos y trucos para que tu hijo saque el mayor partido a su memoria.
Mostrándole cómo preparar un examen. Lo ideal es que pregunte al profesor las dudas y que no estudie a última hora. Durante la prueba es esencial que lea las preguntas con tranquilidad y conteste primero a las más fáciles.
Espero que este artículo os sirva de ayuda.
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