(Para padres y profesores).
A menudo los malos resultados académicos no tienen tanto que ver con la capacidad
intelectual del estudiante, como con su escasa concentración o su nulo manejo de las
técnicas de estudio.Muchos padres observan con desesperación cómo su hijo puede
pasarse horas delante del libro, para luego recibir malas notas en el examen. Este
problema, sin embargo, tiene solución. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor.